MANUFACTURA ADITIVA E INNOVACIÓN: UNA NUEVA OPORTUNIDAD

La fabricación aditiva, también llamada impresión 3D, es una metodología de fabricación donde la pieza o el producto se fabrica capa a capa. Para entender lo que hace interesante esta tecnología podemos usar como símil los ordenadores. ¿Qué tiene de diferencial un procesador de textos frente a una máquina de escribir? Por un lado, con el procesador puedes corregir y reescribir si te equivocas, pero además te permite trabajar más rápido, y sólo en el momento en el que estás satisfecho con lo que has escrito, lo envías a imprimir. El ordenador, pues, permitió flexibilizar los procesos y nos dio mayor libertad de creación. Trasladado a la fabricación aditiva, ocurre lo mismo.

Todo empieza con un dibujo en ordenador de lo que se quiere fabricar, y se envía a una máquina que es capaz de ir depositando material para ir reconstruyendo la pieza por capas que se superponen. De ahí precisamente nace el concepto de fabricación aditiva, en contraposición con el sistema tradicional de fabricación mecanizada: la manufactura substractiva, que consiste en eliminar material de un bloque de un tamaño determinado, con el fin de fabricar una pieza de menor tamaño.

Así pues, con la manufactura tradicional se pierde material, y aquí tenemos un elemento clave de la fabricación aditiva, que es más sostenible en el sentido en que solo utiliza el material necesario para elaborar la pieza que necesitamos. Pero si la impresión 3D se asocia con un elemento diferenciador, sin duda es el grado de libertad que aporta a la hora de fabricar cualquier elemento.

Una tecnología, múltiples posibilidades

A pesar de referirnos a la fabricación aditiva en singular, no es una tecnología única: este proceso de fabricación engloba muchas tecnologías. Algunas para trabajar con polímeros, otras con cerámica, con metales, incluso con materiales biológicos o con materiales compuestos que integran distintos tipos de materias. Si pensamos que en sus inicios la impresión 3D sólo se utilizaba para la producción de prototipos rápidos, pero hoy en día es posible producir piezas finales de alta calidad y con una amplia variedad de materiales, parece que la fabricación aditiva haya tocado su punto más alto. Sin embargo, la realidad es que cada una de las subtecnologías asociadas a la impresión 3D se encuentra en un estado de desarrollo diferente.

Existe un interesante gráfico en el que se puede ver la curva típica de expectativas cuando aparece una tecnología disruptiva en el mercado: al principio genera mucho entusiasmo, todo el mundo se apunta a usarla y se piensa que va a resolver todos los retos posibles. Sin embargo, a medida que se va ampliando el conocimiento sobre la tecnología, aparecen obstáculos, algunos de ellos imposibles de solventar, y el interés por la tecnología desciende. Finalmente se alcanza una cierta estabilidad en la que se encuentra el sentido y los usos realistas para esa tecnología.

Gràfic que mostra l'evolució de cada tecnologia associada a la impressió 3D

En el gráfico se puede ver precisamente cómo cada tecnología asociada a la fabricación aditiva se encuentra en un estadio de desarrollo específico: algunas están en sus etapas iniciales, otras ya están bajando las expectativas generadas, mientras hay otras que están en camino de entrar en la dinámica de producción para generar innovación.

Un enfoque continuo en la innovación

Puesto que hablar de impresión 3D suele llevar asociado el concepto innovación, es interesante pararse a reflexionar sobre su significado. Una manera de definir la innovación es haciendo referencia a todo cambio, no sólo tecnológico, basado en el conocimiento, no sólo científico, que genera valor, no sólo económico.  Con un enunciado así parece que no definamos nada, porque se amplía mucho el significado de innovación, pero en realidad recoge las tres palabras clave: cambio, conocimiento y valor. Si no están presentes las tres, no hay innovación. Por lo tanto, es un proceso en el que se introducen novedades con las que se modifican elementos ya existentes con el fin de mejorarlos o hacerlos más eficientes, pero también es posible la implementación de soluciones totalmente nuevas con las que generamos valor.

LA INNOVACIÓN ES TODO CAMBIO, NO SÓLO TECNOLÓGICO, BASADO EN EL CONOCIMIENTO, NO SOLO CIENTÍFICO, QUE GENERA VALOR, NO SÓLO ECONÓMICO

Ese “algo” nuevo que aparece, es una fuerza motriz para innovar, y a lo largo de la historia lo hemos visto en múltiples ocasiones. Las aspiradoras, por ejemplo, pasaron de ser aparatos de madera y cuero pesadas y manuales a las que conocemos hoy en día, ligeras, muy potentes, sin necesidad de estar conectadas a la corriente e incluso autónomas. Y todo esto en un lapso de tiempo de 50 años: menos de una vida humana.

Esto nos lleva a una nueva variable asociada a la innovación, que es el tiempo. Hoy en día los cambios ocurren cada vez más rápido. La fabricación aditiva, por ejemplo, es una tecnología muy nueva, apenas tiene 30 años, en los que se ha hecho cada vez más competitiva. Y esta rapidez nos obliga a cambiar la manera como vemos e integramos la innovación: debe formar parte del día a día de las organizaciones, no ser puntual o asociada a una moda. De hecho, la innovación ni siquiera requiere crear algo totalmente novedoso: si pensamos en el acero que lleva la carrocería de un coche moderno, es una innovación que hace 25 años no existía a pesar de que el ser humano viene trabajando con el acero desde la revolución industrial.

En este contexto, aparece la manufactura aditiva como un nuevo paradigma que rompe la forma tradicional de fabricar y nos impulsa a la posibilidad de que la producción sea local, en pequeñas series, con capacidad de adaptarse muchísimo a la necesidad del cliente, etc. La impresión 3D, pues, es una nueva oportunidad para innovar. Y ThinkIn 3D Mataró es un ejemplo paradigmático de la necesidad de aunar esfuerzos y tener una mirada conjunta: desde TecnoCampus y el Ayuntamiento de Mataró con el apoyo decisivo de la Fundación Incyde nace la aceleradora, un equipamiento que hace accesible esta nueva tecnología a todo el tejido productivo y que es una fuente de riqueza, no sólo económica, sino también encaminada a generar empleos de alto valor añadido. Porque está claro que innovando en solitario quizás podemos ser más rápidos, pero si hacemos innovación colaborativa, llegaremos más lejos y ganaremos todos como sociedad.

Tenemos los ingredientes necesarios para la innovación, ¿nos acompañas?

Este post se ha elaborado en base a la ponencia de José María Cabrera titulada “Manufactura aditiva e innovación: una nueva oportunidad”, que presentó en el marco de la inauguración del ThinkIn 3D Mataró en marzo de 2023.